Respecto a la música, es el oído quien protagoniza la experiencia musical. Sin él, no podríamos comprender las relaciones sonoras establecidas y sus vínculos afectivos. Tampoco se generarían espectativas discursivas sin la percepción de las tensiones y distensiones musicales. De ahí que toda conceptualización teórica dependa necesariamente de la condición auditiva. 

«Nosotros podemos juzgar la música solo con la intervención del oído; la razón tiene autoridad en la materia únicamente en la medida en que está de acuerdo con el oído; al mismo tiempo, nada pude ser más convincente para nosotros que su unión en nuestro juicio».

Jean Philippe Rameau 

En consecuencia, la técnica musical per se solo conduce a una metodología vacía de contenido y de fundamento musical. 

«Las obras de artes hacen las normas; las reglas no hacen obras de arte».

Claude Debussy